El tiempo para Nikola Kalinic

A principios de agosto le pedimos en estas columnas, a la afición colchonera, que le concediese tiempo y confianza a Kalinic: el croata venía con muchas ganas tras la complicada aventura con el Milán y el lío que le excluyó de la cabalgada de su selección en el Mundial. Bueno, quizás ya pasó demasiado: sumar apenas 76 minutos en los diez primeros enfrentamientos oficiales de este curso no fue la mejor manera de arrancar y la sospecha de que le espere otra temporada gris empieza a difundirse. En Italia, en las últimas semanas, sólo fue noticia por un comentario en Instagram a su excompañero Bonucci, ahora en la Juve. “Enhorabuena por el Scudetto”, le dijo.

La lesión en el tobillo en el pasado parón de selecciones complicó su adaptación, está claro, pero para el punta ya es hora de demostrar su valor, que tiene mucho a pesar de estos meses de bajón. Ante el Betis, si tendrá la posibilidad de salir de inicio, puede hacer daño: su habilidad al primer toque agiliza las jugadas, físicamente se defiende bien, sabe venir a buscar el balón entre líneas creando espacio para sus compañeros y sí, también meter goles. No hay que subestimarle: de repente puede volver a explotar.