El triunfo de los soñadores
Ser del Espanyol lleva implícito sentirse un poco especial, más aún si ni siquiera has nacido en Barcelona. Uno no es del Espanyol por sentirse distinto, del mismo modo que nadie consigue ser especial por sus deseos diferenciadores. Es una de las tantas peculiaridades de las cosas hermosas. Nadie marca la diferencia porque quiera. Nada es especial porque sí.
Otro matiz de lo bello, decía Sean Penn en sus dos únicos y brillantes minutos en ‘La vida secreta de Walter Mitty’, está en cómo no busca llamar la atención. La simple presencia de lo hermoso en las cosas hace que destaquen sobre el resto. No es casual que todo lo que veamos como especial parezca ser así. No debe ser tampoco casualidad la manera en que están empezando a sobresalir los logros del RCDE Special.
El ‘Special’ no es el equipo de los discapacitados. Solo es discapacitado quien no saca el máximo provecho de su paso por la vida. Es ‘especial’ porque está lleno de cosas bellas, de gente que lucha por lo que sueña y que encima, lo logra. Consiguieron alzarse con la primera edición de LaLiga Genuine y ahora han conseguido la mejor de las victorias: la igualdad por una cuestión de justicia y no por simple ‘solidaridad’. No hay triunfo ni más bello ni más soñado. Son el primer equipo ‘especial’ de la historia en pertenecer a la estructura deportiva de un club profesional.