Dos pioneros sobre ruedas

Hace una semana titulé esta columna: ‘Campeones sobre motos’. Hacía referencia a un fértil septiembre que había comenzado con el 24º título mundial de Toni Bou en trial, una especialidad de tradición en España, y podía terminar, como así ha sido, con las coronaciones de Ana Carrasco y Jorge Prado en Supersport 300 y en MX2. Ambos lograron su objetivo, por diferentes vías. Ana afrontó la carrera final de Magny-Cours lastrada por un inoportuno y perjudicial cambio de reglamento a mitad de campeonato, pero los últimos acontecimientos se aliaron con la murciana para rematar el título. Jorge sufrió menos, porque el único rival que tenía remotas opciones de desbancarle, Pauls Jonass, causó baja para Ímola. Los desenlaces fueron contrapuestos, pero el mérito es el mismo. Los dos se han convertido en pioneros.

Carrasco y Prado comenzaron a montar en moto con tres añitos, arropados por la afición familiar, y ahora recogen los frutos. Ana se ha alzado como la primera mujer que conquista un Mundial de velocidad de la FIM, en un deporte que no separa por género. Antes ya había sido la primera española en puntuar en Moto3, la primera en vencer en un gran premio de cualquier categoría... Ha abierto camino, ese es su logro. No está feliz “por haber ganado a hombres”, sino “por haber ganado”, pero asume que su victoria es excepcional, derriba barreras e inspira a generaciones venideras. La palabra futuro también se asocia a Jorge, campeón de motocross, hasta ahora la asignatura pendiente del motociclismo español. Nadie había hollado esa cima a tan alto nivel. Y se deduce que lo mejor de todo está aún por llegar, porque tiene 17 años.