Márquez y Lorenzo son la bomba
Este martes hubo movimientos sísmicos de alto grado en la parrilla de MotoGP. Por la mañana se anunciaba la marcha de Dani Pedrosa de Honda después de 18 años de relación, 13 de ellos en el máximo peldaño. Y por la tarde circuló la noticia de que Jorge Lorenzo iba a ser su sustituto en 2019 y, en consecuencia, futuro compañero de Marc Márquez. Una bomba. Lorenzo y Márquez son Cristiano Ronaldo y Messi en moto. Los mejores. Ya sé que Valentino Rossi es un mito de este deporte, de acuerdo. Yo también me destoco ante su historial. Pero me refiero a los mejores de los últimos años, a los más competitivos. Entre ambos suman siete de los ocho últimos Mundiales de MotoGP. Sólo se les coló Casey Stoner en 2011. Por entonces, a Marc Márquez todavía le faltaban dos años para llegar a la categoría reina.
Márquez y Lorenzo formarán un equipo de ensueño. Un Dream Team de las motos. Nunca coincidieron en la misma escudería, aunque al final de la temporada 2015 sí se aliaron contra un enemigo común: Rossi. Recuerden aquella famosa patada de Valentino a Marc. Ambos compartirán intereses de marca, pero son tan buenos que acabarán rivalizando por el Mundial. Márquez ha tenido una vida más plácida junto a Pedrosa, que había perdido ya la estela del éxito: el último de sus tres subcampeonatos fue en 2012. Pero ahora tendrá que habituarse a una nueva situación, a la que está más acostumbrado Lorenzo, que militó con Rossi en Yamaha. Ya veremos cómo llevan esa convivencia, aunque deduzco que, en igualdad de condiciones, los grandes premios van a estar el próximo año más que animados.