Miami o “Mayami”

Los españoles de hace cinco siglos enredaron mucho por América, y en su colonización fueron dando nombre a muchos lugares, incluso en el territorio que hoy ocupa Estados Unidos. Allí dejaron topónimos como Los Ángeles, San Francisco o La Florida, que todavía están vigentes.

Otros nombres, en cambio, se fueron perdiendo. Y no sólo desaparecieron en inglés, sino también en español. Así, por ejemplo, en su día se llamaron “islas de Bajamar” las que ahora denominamos “islas Bahamas”. Y de ese modo hemos perdido la referencia al origen del nombre, basado en la escasa profundidad de las aguas. Y “Cayo Hueso” (el famoso puerto de La Florida) se transformó en inglés, por proximidad fonética, en “Key West” (literalmente, “Llave Oeste”), y así se dice muchas veces en español. Con ello también se va perdiendo la leyenda sobre el origen de este nombre, relacionado con los esqueletos humanos que se fueron encontrando por allí las huestes de Ponce de León, en el siglo XVI.

La prensa española ha llamado igualmente “Saint Johns” a San Juan de Terranova (Canadá), que fue fundada por pescadores de Pasajes de San Juan (ahora Pasaia).

En estas semanas, Miami está de moda por la intención de Javier Tebas encaminada a disputar allí el partido de Liga entre el Girona y el Barcelona. Y, siguiendo la tendencia de que se pierda el rastro español de Norteamérica, casi todos los periodistas de radio y televisión pronuncian ese nombre como “Mayami”. Quizás tenga algo que ver en ello aquella serie de televisión de los años ochenta titulada “Miami vice” (“Corrupción en Miami”), expresión que, por hallarse escrita en inglés, sí tenía sentido pronunciar “Mayami vais”.

Sin embargo, esa ciudad de La Florida se mencionó siempre en español tal cual se escribía. ¿Por qué? Porque su nombre es anterior a la llegada de los ingleses y de su idioma.

Los primeros colonizadores que asomaron la nariz por allá se encontraron con los indios miamis, y de ellos y de su lengua tomaron ese nombre para llamar a las tierras que aquella tribu habitaba. En español se adoptó tal cual, pero en inglés se hizo luego la traslación fonética correspondiente a esa grafía. Lógico, porque para haber pronunciado ellos “Miami” se debería haber escrito algo así como “Meeami”.

Para mayor abundamiento, el gentilicio correcto de Miami en español es “miamense”, lógica consecuencia de la pronunciación adecuada. Pero ya vendrá algún otro periodista acomplejado y dirá “mayamense”.

Todo se andará, visto lo visto.