Hemos vivido la última etapa con algo en juego en la Vuelta y ha sido muy exigente desde la salida hasta la meta. Se ha rodado muy rápido y se ha ido seleccionando desde el principio. Había un ritmo muy alto y una fuga de nivel, algo normal con la salida que teníamos. La verdad que había que tener muy buenas piernas para irse por delante.

Astana se ha encargado de endurecer la carrera. Tenía gente en la fuga, tiraron por detrás... todo pensando en Miguel Ángel López, quien ha respondido muy bien. Cada puerto era como si fuese el último. Hemos vivido una jornada corta, pero muy disputada y creo que la afición ha visto un gran espectáculo. Al ser la última con algo en juego ha habido muchos ataques. La gente quería arriesgar y desde dentro se ha visto como una etapa loca y disputada.

En el equipo terminamos con un buen sabor de boca. Queda la el final en Madrid, donde intentaremos disputar la victoria con Jon (Aberasturi), que seguro que estará cerca. Estamos viviendo una carrera muy bonita, nos ha salido un gran vuelta con la victoria de Óscar y el rendimiento de todos los compañeros. Que de 22 equipo hayamos terminar por equipos los décimos dice mucho de nuestra competencia, lo lógico con todos los World Tour no era eso. Hemos estado sobresalientes, a falta de lo que ocurra en la última etapa en la que intentaremos todo, pero estamos muy contentos.