La evolución de Muniain, el arquitecto de Berizzo
El nuevo Athletic. Dos partidos han sido suficientes para apreciar la doctrina futbolística de Berizzo en San Mamés. El técnico argentino, reconocido por su compromiso por el juego elaborado y de trazo ofensivo, ha retocado el ideario del Athletic de los últimos años, más de percusión que de toque. Berizzo impone un modelo pausado y combinativo, destinado a dominar el balón siempre que se pueda. El Athletic promedió el 60% de posesión en las dos primeras jornadas (Leganés y Huesca) y fue el equipo de LaLiga, junto al Barcelona, que menos pases largos sumó (27 por partido). La transformación se encarna en Muniain. “Siempre he tenido la opinión de él como un mediapunta clásico”, confesó Berizzo a su llegada. El jugador de Pamplona ha abandonado definitivamente la banda y se ha consolidado desde el verano como interior.
En el eje. Partiendo del perfil izquierdo de la medular en el 4-3-3 de Berizzo, con Dani García por detrás como mediocentro posicional, Muniain se ha convertido en el arquitecto ofensivo del Athletic. Si ha de bajar a recibir lo hace y participa en la salida, aunque su influencia resulta más interesante cuando aparece entre líneas y empieza a ejercer en alturas intermedias del terreno de juego. Sus intervenciones se han multiplicado como referencia creativa. El número de pases de Muniain esta temporada llega hasta los 53 por encuentro, alrededor de 20 entregas por encima de sus medias habituales en cursos anteriores. Se alía con casi todos los jugadores y muestra una alta precisión en sus asociaciones (casi el 92% de acierto). Desde su timón el Athletic logra proyectarse por los costados.
Hacia los lados. Le agrada a Berizzo que sus equipos tengan amplitud por las alas y Muniain ha entendido su papel en la zona ancha como proveedor de balones. Susaeta (18 entregas), Yuri (14) y De Marcos (11) han sido los jugadores a los que más ha encontrado. Tiene la capacidad para ejecutar cambios de orientación al espacio hacia el lado descubierto y para advertir las incorporaciones continuas de Yuri a su izquierda al meterse Williams, otra novedad posicional promovida por Berizzo, o Córdoba hacia el centro. Su perspicacia favorece la idea del Athletic de desplegarse por los márgenes. De los 90 ataques que protagoniza de media, 37 son por la banda derecha y 31 se producen por el carril zurdo. La gestión de Muniain es trascendental en este capítulo, sin perder vigencia en los metros decisivos.
Vertical. Aunque el navarro nunca ha destacado como finalizador (44 goles en 336 partidos), siempre ha exhibido virtudes relacionadas con su presencia en el área. Es un futbolista de alcance ofensivo y dinámico. El gol en el descuento en la victoria del Athletic sobre el Leganés refrendó sus condiciones como llegador. Irrumpió desde la frontal, controló y superó a Cuéllar. Una acción que intentó repetir frente al Huesca en la jugada del gol de Yuri, pero su desmarque no coincidió con la zona de envío del balón de Williams. Las cualidades del jugador navarro replican con exactitud el patrón de fútbol que Berizzo propone en ataque. Las únicas dudas emergen respecto a su respuesta defensiva (ver segunda imagen inferior), minimizadas por su estimable dirección del juego. El pulso de Muniain capitanea el nuevo rumbo del Athletic.