Un día de transición convertido en día de desgaste

La octava etapa de la Vuelta a España parecía que iba a ser de transición y parecía cantado que equipos como Quick Step o Bora iban a controlar para Viviani y Sagan. De salida así ha sido y hemos metido a Héctor Sáez en la fuga. Ya lleva tres. La verdad es que se encuentra bien, se está dejando ver mucho, y está siendo muy protagonista.

Atrás se ha rodado muy tranquilo los primeros kilómetros. Por eso la fuga ha cogido mucho tiempo y luego se ha tenido que correr. En la segunda mitad se ha rodado rápido; entre eso y el calor, que ha sido asfixiante, lo que iba a ser un día de transición ha sido otro día de desgaste. El calor ha hecho que todos llegáramos al repecho de meta con las fuerzas justas. Para la parte final teníamos a Edu Prades y a Jon Aberásturi. Edu ha intentado estar en la lucha por la etapa pero no ha podido estar tan cerca como el día anterior. Hay que seguir intentándolo.

Mañana tenemos una etapa muy dura, con muchos kilómetros de desnivel y con calor de nuevo. Es la primera de alta montaña y se va a hacer muy dura. Aún así, intentaremos ser protagonistas e intentaremos dar lo mejor de nosotros mismos para volver a estar en la pelea antes del primer día de descanso.