El ilusionante atletismo español

Raúl Chapado, el presidente, habla de “doce posibilidades de medallas”. Ruth Beitia, la nueva jefa de equipo, y Ramón Cid, el director técnico, sitúan la cifra “en torno a diez”. Por encima de esos podios, al alcance, la Selección de atletismo desprende optimismo y frescura para los Europeos de Berlín, que este martes empezarán a repartir laureles. Cid define al grupo como “universal y versátil”, y eso es lo más ilusionante. España ya no depende sólo de la marcha y del 1.500. De hecho, del ‘milqui’ depende poco. El atletismo nacional se ha diversificado: velocistas, saltadores, combineros, relevos… Al frente suena un nombre: Bruno Hortelano, que ha vuelto mejorado dos años después de su accidente. Aspira a dos medallas: 200 metros y 4x400. Igual que Óscar Husillos, en el 400 y en el mismo relevo.

Hortelano y Husillos protagonizaron un momentazo del año, que fulminó el vetusto récord de Cayetano Cornet. También enamora Ana Peleteiro en el triple, donde debutará María Vicente, aspirante a estrella del futuro. Y Saúl Ordóñez, reciente récord de 800. El optimismo ayuda. La euforia, menos. La delegación española es la tercera más numerosa, con 96 atletas, sólo menor a Alemania (128) y Gran Bretaña (104). Habrá que ver si el rendimiento general alcanza esa altura. El año pasado hubo un naufragio masivo en los Mundiales, con atletas eliminados a la primera, incluso con pleno de nulos, y muchos lejos de sus marcas. También excusas del tipo: “Estoy lesionado” o “No me he recuperado”. Si estás lesionado o en mal estado, no vayas. Disculpen por enfriar la ilusión, pero esa imagen también es España.