Roglic se consagra tras el intento de Landa

Era el no va más, la última oportunidad para los ciclistas de rebelarse y poner en peligro el triunfo de Geraint Thomas. La etapa hizo honor al recorrido y los favoritos trataron de aprovechar los últimos kilómetros de los Pirineos para desestabilizar al Sky. Pero Thomas no sufrió. Volvió a mostrar una gran solvencia defendiéndose prácticamente solo. Los gregarios fueron cayendo poco a poco y Chris Froome volvió a pasarlo mal para mantenerse en el grupo de favoritos. Acabó perdiendo un tercer puesto que, salvo sorpresa, no recuperará.

El primero de los favoritos que movió la carrera fue Mikel Landa, con un gran ataque desde lejos. Fue un movimiento a la desesperada de un corredor que llegó al Tour con unas expectativas mucho más altas que la de luchar por el quinto puesto. Pese al ataque de orgullo tardío del alavés, ha faltado claridad en Movistar. Todo equipo debe ir con un líder definido a una gran carrera y son los acontecimientos los que dictan sentencia, pero no se puede acudir con tres 'bichos' a verlas venir y esperar que sean los demás equipos los que ataquen para después reaccionar.

El que volvió a responder a las mil maravillas fue Primoz Roglic quien, quitando a un gran Thomas, ha sido el corredor más regular del Tour. El esloveno aprovechó la bajada del Aubisque para tratar de entrar en el podio. Y consiguió picar 23 segundos respecto al galés. Pese a que es difícil, el esloveno es todo un especialista, y tendrá opciones de, como mínimo, ganar la crono.