Landa: "Fue la leche atacar en el Tourmalet junto a mi gente"
El alavés arrancó a más de 100 km, "delante del hermano y la cuadrilla". Fue nombrado el combativo del día y atendió a As en la meta.
Atacó a más de 100 kilómetros, en el Tourmalet. ¿Qué buscaba?
Había que probarlo desde lejos. Cuando arranqué sabía que era muy difícil, y luego vi que se convertía en posible. Quería el cajón de París y el triunfo. Todo. Debía soñar hasta el último instante. Cuando conseguimos esos tres minutos de ventaja pensé: “Vamos, que la liamos”. Fue una pena que por detrás los distintos equipos jugaran por sus intereses y favorecieran al Sky. Por ejemplo, el Katusha tiró por el décimo puesto y el Jumbo le hizo el trabajo al Sky. En cambio, nosotros completamos una magnífica jornada. Amador es un tío impresionante y que me ayudó muchísimo.
(Mikel Landa cruzó la meta de Laruns extenuado. Después de recuperar aire y tomarse una lata de Fanta naranja atendió a As. Le correspondió control antidopaje y recibió emocionado en la ceremonia de premiaciones el trofeo de combativo del día. El vasco agradeció el apoyo de sus paisanos en las cunetas de los Pirineos… y el del público francés, que le dedicó un emotivo aplauso: “Estas cosas llegan. Ves recompensado el sacrificio y el dolor de piernas”).
¿Le faltó colaboración?
Un poco. Nunca eliges los clientes con los que compartes aventura. Cada uno vela por lo suyo, pero fastidia que algunos se escaqueen y no releven, u otros aprieten cuando no parece necesario.
¿Qué rondaba por su cabeza cuando decidió lanzarse?
Pretendía pasarlo bien, lograr algo bonito. Disfruté de la hostia. Me gustaban los ciclistas agresivos y valientes, y deseaba ser un poco así. Además, fue la leche atacar justo donde estaba mi hermano y la cuadrilla. Se pusieron como locos cuando me vieron.
Finalmente el esfuerzo no sirvió para entrar en el podio o alcanzar la victoria.
Me marcho contento de esta etapa. Aunque lo hizo muy bien, me disgustó que Roglic se tirara en la bajada y no hubiera forma de echarle mano. Di lo que llevaba dentro. En la contrarreloj quiero rendir bien y confirmar un buen resultado en este Tour. Quinto, sexto, séptimo… me siento feliz con las tres semanas. Viví momentos buenos, sufrí momentos malos. He sabido sobreponerme de los golpes camino de Roubaix y dar un paso adelante.
¿Considera esta carrera como una evolución en sus aspiraciones?
Sí. Pase lo que pase, dejaré satisfecho este Tour, el primero que he disputado con verdaderas ambiciones personales. No me reprocharé nada. Lo intenté en la medida de mis posibilidades hasta la última línea de meta.