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PEDALADAS

#LaRuta: O'Grady alcanzó las 235 pulsaciones en plena etapa

Sufrió una taquicardia en el Tour 2003 en Reims. No podía dar pedales y tuvo que ser remolcado por compañeros del Crédit Agricole. Aun asi, acabó 10º.

#LaRuta: O'Grady alcanzó las 235 pulsaciones en plena etapa
AFP

La primera de las dos visitas del Tour a Chartres vio vencedor a Stuart O’Grady (6-8-1973, Adelaida). Fue en la quinta etapa de 2004, en una jornada que consintió una escapada de cinco corredores. Armstrong quería soltar el maillot amarillo que se había enfundado el día anterior en la crono por equipos y dejó hacer a los fugados. El australiano impuso su mayor velocidad. En la meta dedicó la victoria a su equipo, el Cofidis, que durante esa campaña había suspendido temporalmente sus actividades para aclarar un escándalo interno de dopaje. Aquello contrastaba con el nuevo líder, Thomas Voeckler, presentado como un adalid de la limpieza.

O’Grady logró así su segundo triunfo de etapa en el Tour, que corrió durante 17 ediciones consecutivas, desde 1997 a 2013. Sylvain Chavanel ha superado este año este récord con 18. Sólo faltó en las dos primeras temporadas de su dilatada carrera profesional, que alargó hasta los 40 años. El de Adelaida no sólo destacó en el ciclismo de carretera, también fue un excelente pistard que recolectó cuatro medallas olímpicas.

El australiano tiene igualmente algún extraño capítulo en su historial, como la taquicardia que sufrió durante la tercera etapa de 2002, que le mantuvo “durante varios kilómetros corriendo entre 230 y 235 pulsaciones por minuto”, según informó el parte médico del Tour. Hubo momentos en los que no podía dar pedales y era remolcado por sus compañeros del Crédit Agricole. Paradójicamente pudo recuperarse y hasta disputó el sprint de Reims, donde acabó décimo.

Otro episodio menos heroico lo protagonizó en la Vuelta de 2010, cuando Andy Schleck y él fueron expulsados de la carrera por Biarne Riis, su director en el Saxo Bank, por salir del hotel en Tarragona después de la cena, tomarse una copas y acostarse a las cinco de la mañana. No había sido la primera vez.