Argentina se siente favorita

Con la euforia y el desahogo todavía palpitando en la piel, con la efervescencia en pleno hervor y la confianza por las nubes, con toda la seguridad en sí misma que había brillado por su ausencia durante los últimos años. Argentina encara ante Francia su ruta hacia una nueva final del Mundial con ingredientes absolutamente impensables hace apenas cuatro días. Con el gol de Rojo se esfumaron las confabulaciones y los debates, los rumores y los desmentidos, las dudas y los malos presagios. Saldrán al Kazán Arena sintiéndose favoritos ante uno de los conjuntos que a priori integran el lote de los candidatos a levantar el Mundial.

Las pocas horas transcurridas desde el 2-1 del martes facilita esa sensación. Argentina no jugó un partidazo, sufrió, estuvo a punto de quedar eliminada, pero sobrevivió, y sus jugadores se enganchan al empujón anímico para creerse en condiciones de dar el siguiente paso. Sampaoli y sus asesores, futbolistas incluidos, van a hacer uno o ningún retoque en el equipo. El tema está en estudio y no será hasta horas antes del encuentro que llegue la decisión final. La clave en este momento pasa por la convicción de sentirse más, una sensación que incluso alientan las noticias que llegan desde el campamento francés.