Los Warriors contra LeBron (IV)
No es el Día de la Marmota, pero la historia se repite por cuarta vez consecutiva: Golden State Warriors contra Cleveland Cavaliers en la Final de la NBA. O por octava vez seguida si se mira desde otro prisma: LeBron James en la lucha por el Anillo. Un equipo que marca una era contra un jugador de leyenda. Nunca se ha reeditado en tantas ocasiones una final de una liga profesional en Estados Unidos. En este 2018 estuvo más cerca que nunca de no producirse. Las dos finales de Conferencia se resolvieron en el séptimo choque y en cancha contraria. El título bien podría haberse decidido entre Houston Rockets y Boston Celtics, igual que en 1981 y en 1986. Una final con aroma a otros tiempos, a Olajuwon y Sampson, las originales Torres Gemelas, y a Bird, Parish y McHale. Pero los Warriors y los Cavs son dos imanes.
En el partido decisivo, LeBron jugó los 48 minutos. Sin respiro. En los momentos calientes, las rotaciones no se llevan en la NBA. ‘King James’ jugará su novena final y aspirará a su cuarto anillo. Su dominio ha abierto un debate clásico: ¿Es el mejor de siempre? El historial de Michael Jordan niega desde su altar. Y los que pertenecemos a ciertas generaciones, no cometeremos la irreverencia de bajarle de ahí. Pero hay que escuchar las voces de hoy. Por ejemplo, la de José Manuel Calderón, que acompañará a LeBron por el título. Dice Calderón que su líder es superior a Jordan y revela el secreto: “Lo tiene todo”. Otros son mejores en alguna faceta, pero el 23 de los Cavs es magistral en todas. Calderón ha jugado poco (14 minutos en las finales de Conferencia), pero, si Cleveland gana, le darán un anillo igualito al de LeBron.