En un Foro Ferrándiz-AS en abril de 2009, en los días previos al Mutua Madrid Open, Manolo Santana recibió una pregunta de los lectores a través de la web: “Si damos por hecho que los dos mejores tenistas españoles de la historia son Rafa Nadal y usted, ¿quién sería el tercero?”. Santana titubeó, le dio un giro a la respuesta, deslizó varios nombres: Orantes, Gimeno, Moyá, Ferrero, Bruguera, Costa... Pero no se decidió por ninguno. Eso sí, ni Manolo ni nadie en la audiencia pusieron en duda los dos primeros del podio. Si hiciéramos una encuesta, seguramente saldría que Nadal ocupa la parte alta. Lógico. Por palmarés, muy pocos superan a Rafa: ya no en España, donde sólo Santana resistiría cierta comparación, sino en el mundo. Eso sí: sin un Santana en los años 60, quizá no hubiéramos tenido ahora un Nadal.

Santana cumple 80 años este jueves. Lo hace en activo, como director del Masters, pero con su sucesor ya nombrado: Feliciano López, otro grande que sí ha podido lograr uno de los sueños de Santana: la Copa Davis. Manolo llevó a España a su primera final por la Ensaladera, ganó por primera vez un Grand Slam, se coronó en Roland Garros, Wimbledon y US Open, fue nombrado número uno mundial... Santana ha sido el primero en casi todo. Y eso, como escribíamos aquí hace dos días sobre Bahamontes, tiene un valor especial. En aquel mismo Foro de 2009, Santana también analizó un ficticio duelo con Nadal: “Son épocas diferentes, raquetas distintas. En fuerza, ganaría Rafa. En mentalidad, un empate. Por forma de jugar también ganaría él, porque yo era un tenista de muñequita”. Un partidazo para la Historia.