Quizá sea el año de Don Jupp, como sucedió en 2013

Las cifras hablan por sí mismas. Poco más de medio año atrás, el Bayern era segundo en la Bundesliga, a cinco puntos del Borussia Dortmund, y fue humillado en París al caer por 0-3 ante los de Emery. Los mandamases de la entidad bávara quisieron que fuera el último partido de Carlo Ancelotti al frente del transatlántico alemán. Llegó el de siempre, Jupp Heynckes, icono del Bayern, y en apenas unas semanas colocó al equipo de su corazón donde merece estar. Donde siempre estuvo. En la cima. A día de hoy, el Bayern es el campeón alemán por sexta vez consecutiva. Acaba de clasificarse para las semis de la Champions, donde se verá las caras con el Real Madrid, el Roma o el Liverpool. Y, además, disputará las semis de la Pokal ante el Leverkusen. Imposible no pensar en 2013, aquel mítico año de Jupp que acabó colocando tres copas en las vitrinas de la Säbener Strasse muniquesa.

El Bayern de hoy no es el de Schweinsteiger, Lahm y compañía. No es el rodillo de aquel equipo que pasaba por encima de sus rivales, pero tiene dos semanas para volver a rodar. Teniendo en cuenta que será el último año de Jupp, no cabe duda de que los jugadores sacarán lo último de sí. Es el año de Jupp. El Bayern apunta a todo.