"Señor Ferrer, pot començar la mascletà"

El tenis, a diferencia del fútbol, no es un deporte en el que se juega uno contra uno y siempre ganan los alemanes. Tenía que ser David Ferrer, el javiénse afincado en Valencia, el que diera el punto definitivo a España tras jugar el partido más largo de un español en la Copa Davis (4 horas y 51 minutos). Fue una apoteosis en rojo y gualda en la plaza de toros de Valencia. Fue el fin de semana perfecto para los seguidores que abarrotaron el coso taurino. Se había puesto la cosa muy fea el sábado, con la derrota en el dobles de los López. Había que fiarlo todo a los de siempre. Y para fiabilidad alemana, la fiabilidad de Rafa Nadal y David Ferrer, que además jugaba en casa y estaba con el colmillo afilado después de caer el viernes con Zverev.

Nadal preparó la traca pasando por encima del 4 del mundo. Golpe a golpe fue derribando al gigante alemán de casi dos metros. El ruso-germano apunta a número 1 de la ATP dentro de unos años. Pero ahora mismo, silbarle a Nadal, cuando está bien de la rodilla, y con 8.000 españoles alentándole, es casi de ciencia ficción. Tuvo agallas Zverev en el tercer set, cuando con 4-1 abajo y servicio del manacorí, aún le rompió y se metió en el partido. Pero las tablas de Nadal le llevaron en volandas hacia el 2-2. La plaza se vino abajo.

Faltaba que David Ferrer encendiera la 'mascletà', a escasos metros de donde durante el mes de marzo, se lanzan las 'mascletàs' en las Fallas. Empezó fuerte el alicantino, ganando el primer tie-break, aunque Kohlschreiber, motor diesel, no aflojó y se hizo con el segundo set. La inercia y el semi-parón por la lluvia lanzó al alemán pero Ferru es mucho Ferru. En el tercero le comió la moral al germano tras romperle el juego que le valía al alemán para hacerse con el tercer set (4-5). Luego, en el tie-break, Kohlschreiber se puso 0-3 pero Ferrer le dio la vuelta y volvió a poner la plaza patas arriba, desatando el primer 'terratremol' de la mascletà. El de Augsburgo forzó el quinto. Y ahí, Ferrer, a sus 36 años, se lo comió tras romperle el saque en el primer y en el penúltimo juego del set.

"Señor Ferrer, pot començar la mascletà", como se dice antes de empezar el espectáculo pirotécnico. La afición explotó con el triunfo de Ferru. El 3-2 había merecido la pena. Llegaron a Valencia desde todas las partes del país. Se vieron pancartas de Ubeda, Almería, Calpe, San Juan, Ibi, Elche, Petrer, San Roque, San Lorenzo del Flumen, Denia… Uno más de ellos fue Unai Emery, entrenador del PSG… Un espectáculo de disfrute para el aficionado al tenis y al deporte en general. Quizás un espectáculo en vías de extinción puesto que Piqué y Rakuten quieren convertirlo en un ‘Mundial’ con sede única. Hasta entonces, a disfrutar. España busca su sexta Ensaladera. Y para empezar tendrá que batirse el cobre, en semifinales, en Francia, territorio enemigo… pero territorio Nadal.