Ferrer abre la puerta grande y lleva a España a semifinales
Derrota en cinco sets, en el partido más largo de España en la Davis (4:51), a Kohlschreiber, lleva el éxtasis a Valencia y España jugará contra Francia.
Para la vieja guardia de España, Rafa Nadal (31 años y cuatro Ensaladeras) y David Ferrer (36 y tres) no existe la palabra imposible. Y menos en tierra y en la Copa Davis. Entre los dos lograron abrir la puerta grande de la Plaza de Toros de Valencia en un día inolvidable para llevar a España a unas semifinales que no pisaba desde hace seis años. Tocará viajar, visitar a la campeona Francia del 14 al 16 de septiembre.
Ferrer abre la puerta grande y lleva a España a semifinales
Puerta grande o enfermería. No cabía otra después de que Feliciano y Marc López cayeran en el dobles en cinco agónicos sets. Primero, Nadal puso en ebullición a las gradas derrotando por 6-1, 6-4 y 6-4 (2h:16) a Alexander Zverev. La presión quedaba para Ferrer, volteado sin piedad por el talento de 20 años en la primera jornada. Ferru, forjado en metal, merecía justicia poética después de haber participado en 20 eliminatorias y sufrir el amargor de ceder en Valencia su primer partido en tierra en la Davis en 18 duelos. Y la obtuvo. Derrotó a Philipp Kohlschreiber por 7-6 (1), 3-6, 7-6 (4), 4-6 y 7-5 en 4h:51 y se tiró al suelo fundido y liberado. Era el 3-2 para España en el quinto punto. Dentro de poco será padre. Podrá contar a Leo que su pareja Marta le llevó ya a la Plaza a disfrutar de la felicidad de su padre.
“Le dije a Ferrer el viernes que no se hundiera, que estuviera listo, que había buenas oportunidades de llegar al quinto punto. Tiene una gran mentalidad y debía estar preparado para sufrir”, contó Nadal, que se desgañitó desde el banquillo dándole ánimos.
Primero, el número uno jugó largo y tiró de piernas. Ya solo su presencia encendió el coso de la calle Xàtiva. Cantaba el speaker los títulos del balear, las cuatro Copas Davis en su esportón, y la grada rugía. El peso del escenariode su currículum acabaron enterrando las opciones del alemán de 20 años que ya es cuarto del mundo. Con seis breaks por solo dos del teutón, montando un muro, ganó su 26 partido seguido (entre individuales y dobles) en la Davis. Sólo ha perdido dos partidos a cinco sets en tierra de 106 disputados. Ese era su aval.
Todo quedaba en manos de Ferrer (ahora 33º), entre sol y truenos, entre tensión, un incómodo vendaval y alguna gota de lluvia que hizo parar unos minutos el partido y añadió dramatismo, el de Jávea fue capaz de aguantar. Ganó el primer set en un tie-break que resolvió con un globo de lujo. Vio cómo en el segundo un impasible Kohlschreiber (34º del mundo) le igualaba. Sufrió mucho en el tercero salvando seis bolas de rotura con 2-2, procurándose un break cuando Kohli sacaba para ganar el set y forzar el desempate en el que levantó un 3-0. Y en el cuarto, el alemán no se rindió y con rotura para 6-4 alargó el partido al quinto. Angustioso.
En el quinto parcial, Ferrer, el guerrero de la final de Praga o Sevilla, consiguió aplacar las pulsaciones y rompió de inicio. Era difícil sujetar las emociones, y Kholi logró el contrabreak. Se llegó colocar a dos puntos de la victoria... y entonces Ferrer detuvo el tiempo. Rompió para 6-5 y con un passing que recordará toda su vida firmó la victoria en el partido más largo de España en la Davis: 4h:51 superando las 4:48 del dobles Feliciano-Verdasco en Suiza en 2007. La Plaza se caía.
España nunca ha perdido con Ferrer y Nadal, que quieren tomarse una última Copa. La racha de imbatibilidad de España en casa se extiende a 27 victorias y 19 años. Por decimotercera vez y sexta con el formato de Grupo Mundial se levantó un 2-1… Era día de puerta grande. Y la abrieron.