Confianza ciega. Vuelve la Selección y vuelve Isco. Puedo imaginarme al seleccionador torciendo el gesto, cuando conoció la alineación del Madrid en París. El malagueño fue allí, como ante el Girona, el tercer cambio de Zidane. Hay quien defiende que Marco Asensio y Lucas Vázquez le han adelantado por los flancos, nunca mejor dicho. Podrían hasta tener razón si la meritocracia valiese para todos en el Real Madrid. Benzema, muy bien ante el Girona por cierto, no ha devuelto en rendimiento y, sobre todo en goles, esa confianza ciega que le tiene Zizou. Cristiano es el jugador bandera del Madrid y Benzema, el jugador bandera de Zidane.

Deslumbrante ante Italia. El pasado mes de septiembre, Isco sacó la batuta en el Bernabéu e iluminó el estadio con una actuación memorable ante Italia. Verratti dijo que sólo de Messi se podía esperar una exhibición así. Como en el Europeo Sub-21 de Israel, se erigió en el líder de España en el partido más importante de la era Lopetegui y, entonces, fueron recurrentes las comparaciones con Iniesta. El azulgrana es y será indiscutible. Isco es un permanente discutido. Joe Namath, mítico quarterback de fútbol americano, dejó esta frase: “Cuando tienes confianza, puedes tener un montón de diversión. Y cuando te diviertes, puedes hacer cosas asombrosas”. Esa confianza es la que sí le da Julen y ojalá Isco se divierta mucho en Rusia.

El agujero. Si una baja trastoca los planes de Lopetegui, ésa es la de Sergio Busquets. El jugador más difícil de replicar es el mediocentro azulgrana, la auténtica bisagra del equipo nacional. La sensación es que España no tiene recambios de gran nivel en el centro de la defensa, excepto Nacho. Lucas Hernández siempre tuvo más nombre de deseo, que de realidad. Pero el agujero de Busquets es muy difícil de rellenar. Rodri, Koke y Saúl, con sabor al Atlético que viene, tendrán una prueba de fuego ante Alemania, a día de hoy la selección más temible a nivel mundial.

La obsesión por el buen rollo. Puede parecer una temeridad enfrentarse a dos superpotencias en vísperas del Mundial, pero Lopetegui cree que España necesita test de estrés al máximo nivel, aunque suponga convivir con la derrota. La no convocatoria de Morata es un aviso a navegantes. El seleccionador sabe que los grandes logros sólo se consiguen con grandes grupos, buenos líderes y jugadores que conjuguen la primera persona del plural antes que la del singular en sus hechos, en sus gestos y en sus palabras.