Luces apagadas en el túnel
Todas las luces del Barça expuestas a las cinco de la tarde en un estadio casi repleto. Total, cero. Una ocasión en la que coincidieron en el campo, en momentos diferentes, los grandes fichajes, uno a uno. Y, sin embargo, el equipo que tanto ha ganado este año, y en circunstancias tan disímiles, unas imposibles y otras de vértigo, se encontró a sí mismo en el túnel fabricado por el Getafe, que es metalúrgico, eficaz, casi invencible si Guaita está en la portería.
No hubo manera de hacerle gol, ni hubo manera tampoco de aspirar a tener una oportunidad no reñida. El equipo madrileño está tocado por la fuerza de la constancia, por la contundencia del juego. Axel Torres, en beIN, puso de manifiesto una hoja de ruta getafeña: llegar al límite; dio la impresión que el árbitro no alargó el túnel tanto como lo merecieron las pérdidas de tiempo. Y cuando el Barça aceleró se echó de menos por parte del director del juego un mayor rigor en el control de esos desmanes. Pero eso forma parte del juego. El Barça se dio cuenta demasiado tarde de que sus estrellas no usaron la perspicacia para burlar una defensa contumaz, férrea.
En un momento coincidieron en el campo barcelonista Dembélé, Suárez, Paulinho, Messi, Yerry Mina, Iniesta, Alba…, y todas esas luces fueron ineficaces. Es quizá el mayor fracaso del Barça en LaLiga. A espabilar, luces, el túnel siempre reaparece.