Boca tiene las maletas sin hacer

Se plantó Boca en el Superclásico de verano con la camisa sin atar, lejos del equipo riguroso y militar que domina en estos momentos el fútbol argentino. Parece que hubiera una especial psicosis por acertar en el mercado de pases y ser competitivo en la Libertadores, el verdadero anhelo de la dirigencia y de la hinchada xeneizes.

Están llegando muchos jugadores nuevos y eso, más la lesión de hombres básicos como Gago o Benedetto, desfigura el rostro inconfundible que hasta ahora había tenido Boca con Guillermo al frente. Ha vuelto Tévez y fue titular, ya como Tévez y no como Carlitos. Entraron de inicio Goltz, Más, el pibe Chicco, Buffarini, Espinoza... Gente recién llegada o con menos de un año en el club. Gente que no conoce aún la dimensión de Boca. Y aún vendrán más nuevos, al parecer.

En esta época en la que Boca se siente más que River, aunque los títulos no digan los mismo, urge la necesidad de que acierte con dos o tres fichajes, no más. La proliferación excesiva de caras nuevas tampoco es buena, como se vio en Mar del Plata. Un delantero era necesario, especialmente tras la lesión grave de Benedetto. Llegó Tevez, el mejor posible. Pero incluso el Apache se ha visto reducido poco ante el aluvión de nuevos compañeros con los que se ha encontrado. Lo que hace unos meses era una alineación que se podía rezar de carrerilla, ahora cobra difícil pronóstico ante los movimientos que ha hecho el club.

Es verano, es tiempo de pruebas y de sembrar más que de recoger, pero Boca protagoniza estos días una aureola de vaivenes en la plantilla que aviva Angelici cada vez que habla. El Superclasico de Verano mostró un equipo y una plantilla sin atusar. En una semana vuelve la Superliga y después, de corrido, la Libertadores y todos los demás objetivos del club. Lejos de tener las maletas preparadas para el viaje, Boca parece perdido y sin saber su rumbo. Que alguien le devuelva a su camino, por favor.