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El Real Madrid necesitaba un partido como el de ayer en el Santiago Bernabéu. Goleada balsámica para reencontrarse con el buen juego y sobre todo, con el acierto de cara al gol. De entre los destacados me quedo con Gareth Bale. El galés ha vuelto pletórico de su periodo de inactividad, mostrando que, en cuanto tiene continuidad, es un futbolista llamado a marcar grandes diferencias.

Se le ve con gran motivación, con una participación constante en el juego ofensivo y siendo determinante con regates llenos de habilidad, centros precisos con ambas piernas y con goles. Nos dejó un zapatazo medido a la escuadra “marca de la casa” y un gran remate de cabeza en el primer palo, una de sus especialidades ya que posee un excelente juego aéreo. Poca gente contaba con recuperar tan rápido a un Bale en este nivel tan alto. Gran noticia.