¿Es demasiado duro este Dakar?

Las últimas ediciones del Dakar habían resultado un tanto descafeinadas en su recorrido por diferentes motivos, algunos fuera del control de sus organizadores. Para este año que llega a la cifra redonda de la cuadragésima, ASO se había planteado recuperar la dureza que siempre ha caracterizado a la legendaria carrera desértica. Pero como no existe una vara de medir para este criterio, ya incluso antes de empezar tenía muy claro que surgiría el debate o la polémica al respecto. ¿Se le ha ido la mano a Marc Coma con la exigencia de estas primeras etapas en Perú? Personalmente no me siento capacitado para tener una opinión clara al respecto, creo que los únicos que realmente pueden y deben pronunciarse son los pilotos, ellos están sufriendo de forma directa el castigo de jornadas maratonianas por impresionantes cordones de dunas.

Sí que estoy convencido de que buscar el equilibrio en este sentido es realmente complejo. El perfil de los participantes es tan diverso que alcanzar una solución de compromiso se me antoja casi imposible. Los pilotos aficionados siguen siendo la base del Dakar, con una capacitación que dista muchísimo de la que les permite su preparación a los profesionales. Lo que a unos les puede parecer una quimera, para otros puede presentar una dificultad mínima. Es cierto que en las primeras jornadas incluso los más cualificados han sufrido e incluso algunos se han visto fuera de la competición, lo que demuestra que la dureza es tan real como lo es que así lo reclamaban muchos de los protagonistas. Más doloroso me parece el drama de los privados, apasionados capaces de hipotecar sus vidas por cumplir un sueño que se esfuma en cuestión de días, quizá de horas. Por eso insisto en que deben ser tan sólo los afectados quienes se pronuncien al respecto.