Uno de los nuestros, un referente

Saúl es el modelo de futbolista que se quiere en el Atlético. Griezmann podría tomar muchas lecciones de su compañero. El propio Miguel Ángel Gil Marín reconocía que el año pasado el Barcelona llamó a su puerta pero el jugador prefirió seguir como rojiblanco. Junto con Koke, es el futuro de la entidad colchonera y la base de todos los éxitos que pueda tener el cholismo. Encima, esta campaña tiene un aliciente añadido: el Mundial de Rusia. El pequeño de los Ñíguez es uno de los fijos de Lopetegui y una de sus principales bazas para poder soñar con conseguir ganar.

El jugador, además, es ambicioso y tiene necesidad de títulos. Sigue teniendo la deuda pendiente de la Champions y no renuncia a la Liga y a la Copa con el Atlético de este año. Saúl se ha convertido ya en un intocable. Es polifuncional. Lo mismo juega por las bandas que de mediocentro o central y hasta en Egipto, en los minutos finales, estuvo de lateral izquierdo. Es el futbolista perfecto, el todocampista. Y, desde luego, lo económico no es la razón fundamental de todo su trabajo. Busca siempre la alegría de los triunfos y es que siente los colores rojiblancos muy profundos, mejor que nadie.

Ahora, ya es uno de los iconos que tiene la grada del Wanda Metropolitano. Incluso, cuando se viste de largo en todas sus declaraciones siempre saca pecho por su condición de atlético y esto es algo poco habitual en los tiempos actuales. Ya solamente falta que Simeone le dé la batuta de mando junto a Koke a la hora de crear fútbol y su conexión con Costa y Griezmann promete ser mortal de necesidad. Y tampoco me olvido de esa virtud que tiene para los goles decisivos. Cada uno más bonito que el anterior.