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Hay otro gran Nadal en el tenis

Detrás de Nadal siempre hubo otro Nadal. Detrás de Rafa siempre estuvo Toni. No se entiende la carrera de uno sin el otro. El 2018 que ya pide paso será el primer año en el que este competitivo dúo, tío y sobrino, entrenador y tenista, no comparezca en los torneos. En el lugar de Toni Nadal estará Carlos Moyá, casi también de la familia, que ya asumió una gran parte de esas responsabilidades en 2017, en la temporada de la resurrección de Rafa, de su regreso al número uno mundial con otros dos grandes títulos en la buchaca. El tenis de Nadal seguramente necesitaba el empujón técnico y anímico que le ha dado su amigo Charly, que forma equipo con Francis Roig. Aunque tampoco hay que engañarse: lo que necesitaba sobre todo Rafa era la confianza que te da la buena salud.

Toni Nadal es el técnico que ha formado a Rafa desde aquella primera vez que le lanzó unas pelotas cuando tenía tres años “y acertó”. Ha moldeado su tenis en todas las etapas, desde niño hasta conducirle a la cima mundial y convertirle en uno de los mejores de siempre. Y no sólo en tierra: de hecho, Toni le preparó para dominar en superficies rápidas, para convertirle en un jugador completo. El resultado es que en el palmarés de Nadal lucen los cuatro torneos de Grand Slam, hasta un total de 16 títulos, sólo por detrás de Roger Federer. Eso también es obra de Toni. “En el ámbito profesional siempre fui entrenador de tenis, no el tío de Nadal”, nos recuerda en la entrevista que le hace Nacho Albarrán en As. Un gran entrenador, sin duda. Y lo ha sido hasta en la manera de dar el relevo y de hacerse a un lado.