El Madrid recupera su bien...
El periodo victorioso del Barça de Pep Guardiola (sí, el señor del lacito amarillo) sigue teniendo efectos negativos en la cultura futbolística española. Años después del final de este ciclo, queda en la memoria colectiva que el balón sigue perteneciendo al equipo culé. Y sabemos lo difícil que resulta quitar las etiquetas, deshacerse de los tópicos. Hasta tal punto que parece que sólo el Barcelona sabe jugar bien el fútbol y que el Madrid ha ganado tres Champions en cuatro años por casualidad, ayuda de los árbitros o usando sólo el contrataque. ¡Pues no! Y es hora ya que el Madrid recupere definitivamente su imagen de club que cuida la pelota y que construye sus triunfos con un juego tan elegante y ofensivo como efectivo y demoledor. Nos quitaron la bandera del buen fútbol y la tenemos que recuperar. Y así lo explicó ayer Zinedine Zidane.
Dijo el técnico galo que la clave de la victoria del Madrid pasará por lo que su equipo será capaz de hacer con el balón, y con la tranquilidad que debe tener el que se siente legítimo. El club blanco lo es. Lo era mucho antes de que el Barça se erigiera como único protector del dogma del fútbol bonito y llegue, incluso, a menospreciar las victorias de los demás. Cuando era jugador, Zizou trataba el esférico como nadie y, siendo ahora entrenador, nunca iría en contra de su filosofía. Por ello, en el clásico de hoy, se juegan algo más que tres puntos o que la posibilidad de soñar todavía con el título liguero. Hoy se reivindica el derecho a alzar también la bandera del buen fútbol. Y muy alto.