El baloncesto se pega un tiro en el pie
Consumado el desastre, la selección de baloncesto inicia hoy en Montenegro su difícil camino al Mundial de China con un equipo en el que faltan los que podríamos llamar 29 principales. Scariolo no ha podido contar con los jugadores de la NBA ni de la Euroliga, que juegan cinco equipos españoles. Ha llevado a los dieciséis siguientes a esos veintinueve, la mayoría de ellos desconocidos para el gran público. La causa es un choque entre la federación internacional (FIBA) y la Euroliga. Y la peor víctima es la Federación Española, cuyo futuro, si no se clasifica ni para el Mundial ni para los JJOO, es tenebroso, porque se quedaría sin patrocinios.
El baloncesto vivía un ritmo comúnmente aceptado, en el que los jugadores iban con la selección una vez concluida la temporada de clubes. Entre final y principio quedaban meses suficientes para Mundial, Eurobasket o JJOO, para los que se podía alcanzar la clasificación con un buen puesto en el correspondiente campeonato anterior, o bien en cortos clasificatorios. Ese ‘statu quo’ lo ha roto la FIBA al crear un clasificatorio a jugar en unas ‘ventanas’ entre temporada, hachazos metidos en el calendario habitual. La NBA, por supuesto, ni se ha dado por aludida. Y la Euroliga ha negado en mayoría sus jugadores.
La FIBA ha medido mal sus fuerzas. Y esto le pilla de lleno a España, con más jugadores comprometidos en el caso que nadie. La Ley del Deporte permite sancionar por dos años a quienes no acudan a una convocatoria, pero no es cosa de hacerlo. Se ha consentido otras veces en baloncesto y muchas en tenis. Así que la Federación optó por no convocar a los chicos antes que ponerles en el brete de enfrentarles con sus empleadores. Para la Euroliga, agrupación de clubes que miran las selecciones como un engorro, ganar este pulso es un avance. Imposible pensar que dejaran pasar la oportunidad de debilitar al mundo federativo.