El fútbol sala nunca deja de creer
El Movistar Inter debutó este jueves con victoria en Torrejón de Ardoz. El Barcelona lo hizo el día antes en Pescara y ya suma dos triunfos. Ambos disputan la Ronda Élite de la UEFA Futsal, la máxima competición europea de fútbol sala por clubes. La actual fase consiste en cuatro grupos de cuatro equipos, y el primer clasificado de cada uno accede a la Final Four. La UEFA ha buscado este año mayor igualdad en las mangas previas y ya se pueden ver duelos durísimos. De hecho, el Movistar, que es el vigente campeón, está en el mismo grupo del Kairat kazajo, dos veces rey de Europa. Su partido del domingo medirá a dos de los jugadores más carismáticos del momento: Ricardinho contra el ‘portero-delantero’ Higuita. El torneo se llamará la próxima temporada Champions League, en su afán por crecer.
El fútbol sala no conoce todavía sus límites. Y trabaja por ampliarlos en diferentes frentes. El reto más inminente lo afrontará la LNFS, con Javier Lozano al comando: nada menos que meter en marzo a 12.000 personas en el Palacio de Deportes de Madrid para la Copa de España. Está a su alcance, sobre todo si se clasifican equipos que arrastran mucha afición, como el Jaén Paraíso y el Palma. Las entradas llevan buen ritmo. También el próximo año, el futsal integrará los Juegos de la Juventud de Buenos Aires, una antesala para dar el salto olímpico. Ya en 2019 se estrenará la Eurocopa Femenina. Y sin fecha, sólo como una idea ambiciosa, está aprovechar las fechas de descanso de la NBA para montar en sus pabellones una liga en Estados Unidos. A ese proyecto le ha echado el ojo el Atlético de Madrid. Nunca dejes de creer.