Griezmann no se merece esto
Fui el primero en denunciar el juego un poco sucio que usó Antoine Griezmann el pasado mes de junio, esta estrategia que tenía como único fin conseguir un nuevo aumento de sueldo. Algo que me valió uno que otro reproche por parte de su gente más cercana, incluso en directo en mi programa de la radio francesa RMC. No me parecía nada bien que el delantero francés hablase públicamente de la posibilidad de fichar por el Manchester United cuando, en realidad, no tenía intención de salir del Atlético. Por razones tanto personales como profesionales.
Ahora bien, tengo que decir que me parece lamentable la campaña en contra de Griezmann que se está orquestando desde hace unos días. Si la afición atlética, Diego Simeone y el club estaban tan enfadados por el comportamiento del galo, lo que se podría entender perfectamente, hubieran tenido que manifestarse nada más empezar la temporada y no hacerlo ahora que el equipo no carbura y está casi fuera de la Liga de Campeones. Nadie se quejó de Grizou cuando, por ejemplo, marcó el primer gol de la historia del Wanda Metropolitano. Pero todo era bonito y todo el mundo le había perdonado su desliz del verano. Sin embargo, ahora, parece que hace falta encontrar un chivo expiatorio, un culpable ideal de la mala situación deportiva de los colchoneros. Y que éste es Antoine Griezmann…
Una respuesta un poco fácil y, por decir la verdad, un poco indigna de un club tan grande y de un entrenador que todos hemos puesto por las nubes en los últimos años. Personalmente prefiero a los técnicos que, en los malos momentos, asumen su responsabilidad y defienden a muerte a sus futbolistas. Cuando el Cholo dice “no tenemos a ningún futbolista que nos gane un partido por sí sólo” deja entrever que el ariete galo ya no le es tan útil al Atleti y, en definitiva, le culpa de la mala racha de su equipo. “Nos da un salto diferente ofensivamente” o “Griezmann es el primer futbolista al que vos le decís: ‘Jugá libre’. Y lo hace todo bien”, era lo que hace un año decía de él.
Griezmann no para de pelear en el campo pero si no le llegan balones “dignos”… ¿Es también pecado del francés? Mi compatriota quiere al Atlético y sólo desea que vuelvan los tiempos felices. Hay que ayudarle, hay que protegerle. Y no transformar su bonita cara en una cabeza de turco…