El Madrid se acuesta a 11 del Barça

Buen partido el del Camp Nou. Bravo, intenso, sacudido por la lluvia y por la emoción. Y con el hito de los seiscientos partidos de Messi como barcelonista, qué barbaridad. No encontró el gol, pero sí hizo un montón de brujerías. El gol fue cosa de Alcácer, que tuvo una noche de verdad feliz. El Sevilla no le perdió la cara al partido y al final tuvo al Camp Nou en un ay. Valverde incluso terminó el partido con un trivotazo de contención, al modo de Irureta, con Paulinho, Busquets y Mascherano cerrando en la línea media. Al final los puntos se quedaron en casa, así que el Madrid se acostó ayer y se levantará hoy a once puntos del Barça.

Y a siete del Valencia, que galopa. La de ayer fue su séptima victoria consecutiva. Ese equipo ha encontrado el camino y en esta Liga cuenta con la ventaja de que no juega en Europa, así que la afronta con un ahorro de fatiga y lesiones respecto a otros. Está decidido a arrebatar el papel de tercero en discordia al Atlético, que no anda tan fino. Ayer cazó los puntos ‘in extremis’, con un tirazo de Thomas, que se consolida. Una victoria para el sosiego, que le pone provisionalmente tres puntos por encima del Madrid. Frente a todo eso, Zidane reacciona con calma. Eso es bueno. Y no una calma impostada: su expresión no deja lugar a dudas.

Quizá porque la perspectiva para esta tarde es favorable. Las Palmas está realmente mal. Acumula derrotas y le falta Jonathan Viera, su mejor hombre. Vitolo sí estará, pero su paso por el equipo todavía no ha dado nada de sí. Frente a eso, se espera que Zidane sacuda un poco la alineación, aunque sólo sea para aliviar el mal humor de la gente. Ver en el equipo de salida a Ceballos y Asensio, por ejemplo, calmará enfados. Y si son más, mejor. Los titularísimos no se están mereciendo tal privilegio. Al que no veremos será a Bale, que no ha sido convocado. Vaya con el calambre. Ya se sabe que la mentira tiene las patas cortas.