El Madrid llegó a Girona entre vítores
Había una cierta inquietud ante el hecho de que en momento tan agudo del conflicto catalán el Madrid tuviera que visitar Girona, pero a la hora de la verdad, llegó al hotel entre vítores. El Madrid no es el ejército borbónico, sólo es el Madrid. Despierta recelos en muchas partes, pero también tiene simpatías por donde va. En Girona tiene mejor ambiente de lo que muchos piensan, porque entre el 77 y el 81 acudió cuatro veces al Trofeo 'Inmortal Girona', dejando estupendas recaudaciones y buen juego. Eran los años de Del Bosque, Juanito y Santillana. Era aquel Madrid de tantos 'garcías' que perdió en París la final con el Liverpool.
No espero otra cosa que un buen partido, con alguna salpicadura, sí, que aluda a la situación que vivimos. El Girona se ha estrenado en Primera, una gran ilusión para la ciudad. El fútbol sólo es la más importante de las cosas pequeñas, no da soluciones, pero da alegrías y eso es lo que debemos esperar de él. En la misma línea han estado Machín y Zidane en sus declaraciones. Por lo demás, el Madrid saldrá azuzado por la nueva victoria del Barça, que ganó en San Mamés jugando realmente mal. Messi tiró del equipo. Marcó el primero, que fabricó a medias con Jordi Alba, y condujo el ataque del segundo, ya en el descuento.
La víspera hubo una noticia triste, la muerte de Manuel Sanchís padre, uno de aquellos 'yeyés' del 66. Campeón de Europa, padre de campeón de Europa. Valenciano de Alberique, hizo su mili futbolística en tierra catalana, porque jugó en el Condal, filial del Barça. No le vieron, se fue al Valladolid y de ahí al Madrid, donde hizo furor. Lateral difícil de pasar, que se revolvía con velocidad cuando perdía la baza y se iba arriba con brío y excelente regate. Sus medias caídas y su estilo eléctrico le hicieron muy querido. En el Mundial de Inglaterra marcó a Suiza uno de los goles más recordados de la historia de nuestra Selección. Descanse en paz.