El único título que le falta a España
Esta tarde tenemos partidazo: la final del Mundial Sub-17 entre nuestros chicos y los ingleses. Una rareza, en cierto modo, porque en esta categoría siempre han dominado los equipos del África subsahariana. Por su desarrollo físico más rápido, que les es natural y les da ventaja, al que quizá se hayan unido alguna vez trampas en el papeleo, colando chicos algo mayores de la edad fijada. Desde que la FIFA introdujo prueba de la muñeca para fijar la edad con una aproximación suficiente, esas sospechas han desaparecido. El caso es que esta es la primera final entre selecciones europeas. Las dos han llegado con gran brillantez.
Este es el único mundial o europeo que le falta a España, que tiene el resto de la escala. Los de todas las edades, una por una. Parece un compromiso para estos muchachos, pero a su favor tienen una cosa: ya han jugado una final contra estos mismos ingleses y la ganaron... aunque en los penaltis. Fue la final del Europeo de la categoría, en Croacia, cinco meses atrás. Veinte de los veintidós que jueguen hoy estuvieron en ella. Hoy faltan el español Orellana, lesionado, y el inglés Sancho, un fenómeno al que ha hecho regresar, ya con el campeonato en marcha, el Borussia Dortmund, que no quería estar sin él por más tiempo. Se agradece el favor.
Sí estará Abel Ruiz, que con seis goles aspira al pichichi. Él culmina un ataque en el que el juego lo fabrican sobre todo Fran Torres, Gelabert y Sergio Gómez. En Inglaterra hay que temer sobre todo a Brewster, cuyos siete goles son el desafío a superar por Abel Ruiz. Pero Foden y McEachran inquietan tanto como él. Inglaterra lleva un tiempo fabricando buenos jugadores. Hacia arriba son un gran equipo. No tanto atrás, donde han dado muestras de mala defensa colectiva. Y su portero y sus centrales tampoco son de lo mejor. Calcuta pondrá el escenario, con 68.000 espectadores. El fútbol ya cautiva a la India. Será un partidazo.