La segunda unidad no es lo que era

Hace un año, la segunda unidad del Madrid ganó 1-7 en partido de Copa, como el de anoche. No fue esa la única exhibición de aquel equipo en el curso. También ganó cinco salidas de LaLiga, en campos ásperos. Quince puntos para el título, cinco jornadas de descanso casi pleno para los titulares, que así pudieron guardar fuerzas para la Champions. Aquel recuerdo nos asaltó anoche en Carrusel, viendo el desempeño, bastante menos brillante, de los que jugaron anoche. Ganaron, sí, 0-2, pero de una manera mucho menos lucida. Dos goles de penalti, algunos remates que paró Codina... Nada que ver con aquello.

Cierto que buena parte de lo que ocurrió se debe al buen desempeño del Fuenlabrada. Su entrenador, Calderón, tiene el equipo bien de su mano. Secó las fuentes de juego del Madrid y dejó el sello de equipo muy firme atrás. Sólo flojeó en el último tramo del partido, cuando el físico empezó a fallarle. Pero al buen hacer defensivo del Fuenlabrada se añadió la falta de nervio y de juego del Madrid. Hubo excepciones. Muy bien Ceballos, y también Achraf, que subió incansablemente por su lado. Bien el debutante Vallejo, con la desgracia final de un error de control mal resuelto que le costó la expulsión. Eso mancha su buen día.

Pero se echó en falta más cosas de varios. Entre ellos, de Asensio y Lucas Vázquez, que marcaron los penaltis. Dos estupendos jugadores, a los que hemos visto tanto bueno. Tampoco resultó la idea de Zidane de colocar a Theo adelantado. Sin terreno por delante se evaporan sus mejores cualidades. Llorente peleó bien, pero fue el más vigilado. A Borja Mayoral le llegó poco, sólo se hizo notar al final. El conjunto fue un grupo deshilachado, que resolvió la eliminatoria, pero nos hizo sentir nostalgia de aquel equipo B de hace tan poco, pero tan distinto. Claro que allí estaban Pepe, James y Morata. Pero es que además había otro ánimo.