Haber conseguido quedarse tanto tiempo en el banquillo de uno de los clubes más exigentes, por no decir el más ‘deslizante’ del mundo, ya es de por sí una gran hazaña. Así que voy a aprovechar este pequeño acontecimiento en la carrera de Zinedine Zidane para recordar lo que se comentaba unas horas antes de que mi compatriota se preparase a disputar su encuentro número uno como técnico del Madrid. “¡No sabe hablar!”, argumentaban los que no lo veían capaz de enfrentarse a las preguntas públicas a las cuales todo míster debe responder unas cuantas veces por semana. Pues resulta que Zizou se maneja en las conferencias de Prensa como Pedro por su casa y que no comete nunca esos errores que provocan interminables y nefastas polémicas. “¡En el Castilla mostró lagunas tácticas!”, explicaban con énfasis los que, seguramente, nunca fueron a ver su equipo en el estadio Di Stéfano. Pues todos hemos comprobado que Zizou supo tomar decisiones tácticas muy acertadas cuando los partidos se ponían turbios y que, lejos de encerrarse en su dogma, tuvo la inteligencia de rectificar cuando algún que otro intento salía mal. “¡No sabrá gestionar una plantilla tan amplia!”, se mofaban algunos.

Pues el francés no sólo ha conseguido imponer unas rotaciones beneficiosas (por ejemplo esta temporada ya han jugado 22 de los 24 futbolistas de la primera plantilla) sino que también ha inventado un modelo que unos cuantos entrenadores (entre ellos Diego Simeone) están copiando. Entre tantos reproches Zizou lo ha ganado todo. Míster… ¡Te esperamos para celebrar tu partido 200!