Portugal entera está a sus pies
Ayer se cumplieron 15 años desde que un joven Cristiano marcara su primer gol en competición oficial con el primer equipo del Sporting. Ante Andorra llegó a los 618, de ellos 79 con la selección de la que es el máximo goleador. En esta década y media, Cristiano ganó todo lo que había para ganar, pero en su brillantísimo historial queda un espacio en blanco, el de haberse consagrado campeón del mundo. Medio siglo después de que Eusebio estuviera cerca, él tiene ahora la oportunidad, quizá la última, de levantar la preciada copa.
Pero la condición para llegar a la fase final sin tener que pasar por el martirio de la repesca es ganar a Suiza. Fernando Santos optó por dejarle en el banquillo para evitar el riesgo de una cartulina que lo hubiera dejado fuera del decisivo partido. Pero las cosas no iban bien y no tuvo más remedio que pedirle ayuda para que solventara el problema. Y lo hizo. Marcó el gol que abrió el camino para el difícil triunfo que puso fin a la angustia que sufrían millones de portugueses que estaban pegados a la televisión. Gracias a Cristiano se mantiene viva la esperanza de un viaje sin escalas hasta el Mundial y de que ahí se consiga algo histórico. Una vez más, Portugal a sus pies...