NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

La seguridad del deportista

Piensen en un deportista de élite. No en uno altamente profesionalizado como Nadal, Alonso, Iniesta o Gasol. Piensen más en un olímpico como los medallistas Lydia Valentín, Maialen Chourraut, Joel González o Sandra Aguilar (a quien, por cierto, felicito por su nombramiento ayer de Hija Predilecta de Pinto). Ninguno de ellos tiene garantizada su cotización a la Seguridad Social por ser uno de los 4.047 Deportistas de Alto Nivel (también denominados administrativamente DAN). La práctica deportiva no supone ninguna aportación. Sí pueden acogerse a un convenio especial para inscribirse como trabajadores por cuenta propia o autónomos. No todos lo hacen. Y algunos lo hacen ya tarde, como cuenta Pirri, el bronce olímpico en Pekín 2008, que no comenzó a cotizar hasta los 31 años.

Ese roto se iba a coser con el acuerdo que idearon Miguel Cardenal y Javier Tebas de destinar un 1% del dinero obtenido por LaLiga con la comercialización conjunta de los derechos de televisión. Un gesto solidario del fútbol hacia deportes con menos medios. En el presente 2017, esa cantidad ascendería a cerca de 14 millones de euros, con lo que quedaría plenamente cubierto y, además, sobraría efectivo que podría ser destinado a otras necesidades. Todo depende de un Real Decreto que ya está redactado, pero sigue pendiente de aprobación. "En próximas semanas", dicen desde el CSD. La vía legislativa es lenta. Convendría darle la mayor celeridad posible, porque esta iniciativa cubre una extensa laguna y ayudará a los deportistas a asegurarse un futuro y a centrarse en lo suyo: entrenarse y competir.