Momento de hacer un balance final de la 72ª edición de la Vuelta. Hemos tenido un gran recorrido, una gran participación, han venido casi los mejores corredores que hay, solo han faltado Valverde, Dumoulin y Nairo, y en cuanto a emoción, ha habido pelea por el podio hasta los últimos kilómetros del Angliru. Una de las cosas que más me ha gustado ha sido el recorrido y sus cambios con respecto a años anteriores. El ascenso de Los Machucos se ha ganado el estar en las próximas ediciones, al igual que el Angliru, al que no volvía la carrera desde 2013. Lo peor es que nos hemos perdido un cara a cara entre Froome y Contador por el mal día de Andorra. Es una pena porque hubiese sido muy bonito viendo el rendimiento que ha tenido el pinteño. Kelderman es la gran sorpresa. El corredor de Sunweb ha estado a punto de estar entre los tres mejores de la general cuando no esperaba nada de él.

Contador merece un punto y aparte. Alberto es el mejor ciclista español desde la retirada de Miguel Indurain. Hay que aplaudirle. Ha hecho una Vuelta magnífica y estaba más fuerte que Nibali. Merece despedirse con la victoria en el Angliru aunque nos deja con ganas de más. Merece el cariño de todos los amantes del ciclismo.

Se impuso la regularidad. Chris Froome se dio a conocer aquí, esta es la carrera que le hizo un gran corredor y por ello le tiene tanto cariño. El año pasado, Sky cometió un error táctico que le costó el maillot rojo y este año han demostrado que han aprendido la lección, no han dejado de controlar la jornada casi en ningún momento.

David de la Cruz, Enric Mas o Marc Soler hacen su presentación y necesitamos que den un paso hacia delante para mantener el nivel del ciclismo español. De momento Mikel Landa es el encargado de luchar por las grandes vueltas.