El tenis tiene nueva reina: Garbiñe Muguruza

El estadio Arthur Ashe esperaba la entrada del número uno de la ATP, Rafael Nadal, que iba a mediarse (y a ganar) en los cuartos de final frente a Andrey Rublev, pero antes estaba programado en la misma pista el partido de la número uno de la WTA, Karolina Pliskova, contra la tenista local CoCo Vandeweghe, neoyorquina ella. Una jornada de números uno. El reloj se acercaba a las 20:00 de la tarde, hora española, que eran las 14:00 en sede del US Open, cuando otro nombre eclipsó a nuestros protagonistas: el de Garbiñe Muguruza. La derrota de Pliskova convirtió a la hispano-venezolana en la nueva líder mundial. Sin jugar. Sabe mejor con la raqueta en la mano, pero el tenis funciona así. No será oficial hasta el lunes, pero sí lo es matemáticamente porque ninguna de las jugadoras en liza puede alcanzar ya los 6.030 puntos que acreditará Garbiñe en esa fecha. La que más podría acercarse es Venus Williams si alzara el trofeo: 5.976.

Garbiñe ya era número uno virtual, pero su derrota en octavos ante Petra Kvitova obligaba a esperar otros resultados. Si Elina Svitolina llegaba a semifinales o Pliskova a la final, adiós al sueño. El circuito femenino está tan igualado que hasta una cuarta tenista, Simona Halep, desembarcó con opciones, pero perdió en su debut ante Maria Sharapova. Con Serena Williams inactiva por su reciente maternidad, nadie domina la WTA. Muguruza aspira a hacerlo, aunque para ello debe confirmar una regularidad que en este 2017 empieza a brotar, pero no se instala definitivamente. En su palmarés ya brillan dos grandes: Wimbledon y Roland Garros. Tiene 23 años, los mismos que Arantxa Sánchez Vicario cuando escaló esta misma cumbre en 1995. Aquel reinado duró 12 semanas alternas. Garbiñe parece lista para superar el registro.