Asensio es una delicia

Fútbol 5 Estrellas. Difícil ver en pleno mes de agosto un fútbol de tanta altura. Real Madrid y Valencia lo dieron todo. Se vaciaron como si fuese una final de Copa. Los jugadores acabaron rotos, sin aire. Un final de partido electrizante, con postes, paradones, goles fallados clarísimos (¿verdad, Karim?), contras sin tino y muchísima tensión. Un Madrid-Valencia, un clásico recuperado para la causa en los últimos tiempos. Los ché llevan cinco empates en el Bernabéu en los últimos siete años. Mucho mérito. Se pierden dos puntos en este arranque de curso que ojalá no afecten al final, pero me voy a la cama con una sonrisa. La que me arrancó en cada acción Marco Asensio. Me pongo de pie, chaval.

Jugador de época. Asensio entró en el equipo por el corrimiento de tierras generado por la presencia en defensa de Casemiro. Zizou encontró así la fórmula para dejar a Bale, otra vez desdibujado, en el once. Y Asensio, que vale 350 millones de euros si Dembelé cuesta 140 y Mbappé 180, hizo otra aparición explosiva en modo crack. Su golazo al Valencia a poco de empezar el match recordó al que metió ante el Barça en la vuelta de la Supercopa. Fue en la misma portería del Fondo Norte, donde vemos revolotear el capote talismán de Toñín El Torero. Asensio celebró el gol imitando el movimiento de puños de una moto. Así está el mallorquín. Como una moto. Después y con el 1-2 que tenía al campeón con el agua al cuello, el futuro Balón de Oro español (sólo Luis Suárez ostenta esa condición desde 1960) puso el 2-2 con otra genialidad al saque de una falta. Los mete de todos los colores. No tiene límites. Qué lujo tenerle. Zidane debe sacar ya la bandera a cuadros y darle una titularidad “innegociable”.

La bb. Hace tiempo que Bale y Benzema perdieron la B mayúscula dentro de la BBC. Igual que Cristiano se gana la C mayúscula en todas sus apariciones (nadie rinde como el reciente ganador del Premio UEFA), lo del galés y el francés es preocupante. Si Asensio es el Pichichi del verano es síntoma de que ni Bale ni Benzema están aplicados ante las porterías rivales. Y la afición se da cuenta. Y no se calla. Se lo hizo saber a Bale a la media hora de juego y al ser sustituido, y a Karim tras fallar varios goles en el área pequeña de esos que nunca suele pifiar un nueve puro. Un killer no deja vivas esas golosinas. Con 2-2 tuvo un balón suelto que era como un penalti. Lo difícil era tirarlo fuera. Pues lo hizo. Con Benzema atinado, el Valencia no hubiera cosechado nada...

Enorme Marcelino. Este Valencia tiene la mano inconfundible de lo que debe ser un gran entrenador. El Valencia se mostró más trabajado que nunca, con Parejo y Kondogbia aprovechando el agujero que tenía el Madrid en la medular. Y arriba Zaza y Rodrigo dando mucha guerra. Pero ojo, Borbalán perdonó dos amarillas claras a Kondogbia en sendas acciones con Isco y Kroos. Su expulsión le hubiera impedido meter el gol del 1-2. Eso sí, es un gran fichaje para este nuevo Valencia.

Sólo un accidente. Me da rabia este tropiezo inesperado y más el día en que levantamos el trofeo de campeón de Liga. Pero me levantan el ánimo mis amigos Manolo, de la peña Eurodís de Picanya (Valencia), Lorenzo de la peña de Palencia, José de La Séptima de Baiona y su pequeña Paula (se estrenaba en el Bernabéu) y las peñas de Baena (Córdoba) y de Munera (Albacete). Esto acaba de empezar. Y faltaban Cristiano y Ramos. Con ellos + Asensio, invencibles.