El Clásico, Cristiano, Neymar y Figo
El bueno de Stephen M. Ross, impulsor de esta International Champions Cup, se mostró anteayer decepcionado porque Cristiano no estuviera en su Clásico. Raro que no lo supiera de antes. A Cristiano no le veremos de nuevo en cuerpo mortal hasta el lunes, cuando comparezca en el Juzgado. Pronto sabremos si nos ha perdonado a todos de no sé qué, que creo que sí nos ha perdonado y regresará a los entrenamientos. Los cristianólogos le ven forzando para estar ante el Manchester United el próximo día 8, en Skopje, en la final de la Supercopa europea. Bueno será para el Madrid. Todo consiste en que coja la forma en una semana.
Su rabieta no llegó a constituirse en la noticia del verano, como él quizá hubiera esperado. Para empezar, se tomó poco en serio. Y además se superpusieron luego el culebrón Mbappé, con su deriva hacia Bale, y sobre todo el de Neymar, que ha sido toda una convulsión. Lo de Mbappé no se sabe aún cómo romperá. La salida de cajón sería Bale al Manchester United y Mbappé al Madrid, pero el agente del galés dice que nones y en todo caso eso nunca lo haría el Madrid antes de ese partido del día 8, por no correr riesgos. El mismo motivo por el que no quiso mandar allá ni a Morata ni a James, que han encontrado ya otros destinos.
En cuanto a Neymar, en Barcelona ya lo dan por perdido. Es un asunto malo para el Barça y también para LaLiga, que pierde un diamante. Un enredo súbito, con Piqué de trujamán, para acabarlo de liar. Todo apunta a un caso Figo: el Barça se va a encontrar de golpe sin jugador y con un dineral, con lo que tratarán de abusar de él. Le pasó a Gaspart, que se gastó en un santiamén lo de Figo en Overmars, Petit, Gerard López, Alfonso y Dani García, con nulo provecho. Bartomeu debería recordar aquello y ser prudente, no dejarse arrastrar por la necesidad de hacer cualquier cosa a la fuerza para compensar una pérdida incompensable.