Al Espanyol 'hai que roelo'

Los de Dortmund son muy conocidos por su famoso muro amarillo, la Südtribune, la grada vertical de su estadio, acaso la mas animada e imponente de Europa. Pero en el primer amistoso serio de la pretemporada, el muro no fue amarillo, sino blanquiazul. Los de Quique lograron un triunfo con aroma europeo que da coraje y rabia a la vez, puesto que vuelve a recordarnos que este tipo de partidos, como el de la Juve el año pasado, solo los jugamos con luz natural y en los meses de verano, con el Despacito sonando por los altavoces y no aquello de Die Meister, die Besten... etcétera. Todo llegará, pero si seguimos por este camino de matagigantes estival, no nos van a invitar a más amistosos, porque somos el típico equipo de juego más rocoso que refrescante, y con tendencia a aguar la fiesta de los anfitriones.

Un conjunto que va a dar la tabarra en todos los campos, y que sigue fiándose a la picardía y la velocidad de sus puntas para hacer saltar la banca, como hizo en Winterthur este viernes  Piatti, quien después de su lesión dejó claro que conserva intacto el duende. Sigue siendo el Espanyol de Quique un hueso duro de roer, en suma, al que le faltan todavía algunas piezas para ser aun mas pétreo detrás y más letal hacia adelante. A ver si ahora que hemos facturado al pieza de Caicedo acertamos con los recambios. Amén.