El peso de Hacienda cae sobre el fútbol

Hacienda ha encontrado una buena veta de recuperación de dinero en el fútbol, y hace bien. Empezó por los clubes, que se han ido poniendo al día gracias al esfuerzo del dúo Cardenal-Tebas. En pocos años, se han recuperado 560 millones de una deuda de 750 que no paraba de crecer. Y hay un calendario de pagos, procedente de las concursales, para ir limpiando el resto antes de 2020. Era una asignatura pendiente de los clubes, cuyos hábitos ‘descuidados’ con el dinero venían de muy lejos. De hace un siglo, cuando el profesionalismo estaba prohibido y se enmascaraba el pago a los mejores jugadores con dinero procedente de gastos figurados.

Lo de los jugadores va por otra parte. Ahí Hacienda ha encontrado tres vetas. Una, que tiene indignados a los futbolistas, es lo del 15% de imagen, que tributa menos. Eso se introdujo en una modificación de la Ley del IRPF, hace ya más de diez años. De un tiempo a esta parte, Hacienda ha decidido hacer lo que antes no hacía: exigir al jugador que tenga una empresa con actividad para vender su imagen. Si no la tiene (y pocos la tienen) no le admite esa práctica, le exige cotizar por esa parte como IRPF y además tira hacia años atrás, lo que acaba creando un monto importante. Eso les tiene indignados y muchos de ellos han decidido litigar.

Menos razón tiene en otra de las vetas que ha abierto Hacienda: la de los agentes. El jugador apaña con el club para que sea éste el que pague a su agente, en lugar de cobrar más y pagar de su cuenta al agente. Eso hace que Hacienda salga perjudicada. Y la tercera veta son las golferías de las empresas sin actividad en paraísos fiscales, donde se ingresan cantidades que se ocultan. Hacienda va tirando y salen como cerezas, porque los agentes son comunes y las prácticas idénticas. ¿Cuánto puede recuperar de ahí? Algunos cientos, digamos. El sector está convulso, pero es que llevaba años fabricando recovecos para escaquear pagos a Hacienda.