Mbappé se doctoró ante Inglaterra
El caso de Mbappé me recuerda una frase de Boskov, con su español de media lengua, que se me quedó grabada: “Jugador grande se ve pronto”. El curso anterior apenas jugó. Éste ha sido el de su aparición en el gran fútbol y ha ido emergiendo poco a poco hasta convertirse en un suceso. Termina su curso con 44 partidos y 26 goles. Seis de ellos en Champions, a partir de octavos. Con su Mónaco llegó a la semifinal, en la que cayó frente a la Juve. Marcó en Turín. Hace poco empezó a asomar en la Selección Francesa, en la que anteanoche jugó por primera vez los 90 minutos, ante Inglaterra, y entusiasmó. Todo eso con 18 años aún.
Su partido fue estupendo, aunque se quedara sin gol. Mandó un tiro al larguero, le dio un gol a Dembelé, sacó buenas paradas a Heaton y Butland. Bien en la primera parte, junto a Giroud, mejor en la segunda, cuando, por expulsión de Varane, quedó como delantero solitario y ‘metió fuego en la defensa de Inglaterra’, como dijo Le Parisien. L’Équipe le eleva a portada, junto a Dembelé, y titula ‘un soplo de aire fresco’. Florentino quiere el Balón de Oro siguiente, quiere al hombre que rompa el dueto Messi-Cristiano. Por eso fue a por Neymar, por eso fichó a Bale, que ya no parece que llegue a eso. Y ahora aparece Mbappé.
Claro que todo el mundo tiene ojos en la cara, todo el mundo lo está viendo. Va a costar caro. Pero él emite señales de cariño hacia el Madrid, donde está Zidane. Roncero, tan entusiasta, hasta encuentra un guiño que se tiñese el pelo de blanco antes de irse de vacaciones. Incluso me animó a hacer un montaje con su cabeza sobre la nueva camiseta del Madrid, para ver lo bien que le sienta. Hubiera sido una portada demasiado gamberra. Pero estoy seguro de que le veremos con ella. Quizá aún siga un año cedido en Mónaco, para completarse, quizá ni eso. A mí me parece una buena operación. Creo que es el fenómeno que viene.