Calvario o resurrección en Madrid

En plena Cuaresma sevillana, con el azahar haciendo las delicias de los cofrades y comenzando a martirizar a los alérgicos, el Sevilla culminará su particular Semana de Pasión visitanto un Vicente Calderón que puede suponer alargar el calvario de Leicester o resucitar, copiando el documento de los evangelios. Tal y como están los ánimos por Nervión, la reacción del Sevilla a orillas del Manzanares se considera prácticamente un milagro bíblico, por mucho que Sampaoli confíe en la rebeldía de los suyos.

Si el tiempo para la recuperación mental ha sido escaso, para la física no ha habido otra que alargar los descansos. Es la hora del paso adelante de jugadores que deben volver a aportar, de otros cuyo rol de estrella exige una mayor implicación y de aprovechar los buenos momentos por los que atraviesan algunos jugadores. El Sevilla de Emery comenzó a tomar la medida al de Simeone el curso pasado y Sampaoli culminó esa igualdad de fuerzas con la victoria en la primera vuelta. El caso es que el Sevilla es tan imprevisible para lo bueno y para lo malo que hacer pronósticos sobre lo que ocurrirá esta tarde es absurdo. Sampaoli ha demostrado que este Sevilla sabe revolverse ante las adversidades. Y de equivocarse en lo más llano.