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Cristiano Ronaldo volvió a ser el que era

Buen empate para el Madrid en Dortmund, aunque quizá sepa a poco, porque después de haberlo pasado bastante mal en la primera parte llegó a verse ganador en la segunda. Buen empate y buen Cristiano Ronaldo, que hizo su primer partido convincente de la temporada. Marcó un gol, le anularon otro, tuvo presencia, ayudó atrás, chutó, intimidó... Magnífica noticia. El que aún no ha vuelto del todo es Benzema, cuya presencia en perjuicio de Morata parece injusta. Anoche, según avanzaba el segundo tiempo, se hacía clamorosa la necesidad de la sustitución, que no llegó hasta demasiado tarde.

El Borussia es un buen equipo. Da gusto verle. En la primera mitad dio un curso de buen juego de ataque, con mucha posesión, sin premiosidad y con dos jugadores muy peligrosos arriba, Aubameyang y Dembélé. Por suerte, todo eso se quedó en un solo gol, que igualaba el previo de Cristiano en un contraataque rápido. A ese gol alemán contribuyó mucho Keylor, despejando mal y a tontas un balón que podía haberse quedado fácilmente. Se le vio rápido y fuerte, pero inseguro en el blocaje. Como el despeje del gol había hecho otro, igual de absurdo, pocos minutos antes. Eso afeó su partido.

En la segunda mitad, el Borussia bajó el ritmo, el Madrid respiró y cogió cara de ganador. Ocupó el campo contrario, marcó, tuvo alguna más. Pero la superstición de la BBC impidió a Zidane sacar a tiempo a Morata por Benzema, con lo que no cerró el partido. Y Tuchel sacó del banquillo a Pulisic cuando vio a Dembélé cansado. En principio se tomó con alivio la retirada de éste, pero Pulisic fue un puñal de refresco en la misma banda. Él hizo las jugadas de peligro (entre ellas la del 2-2), él levantó al público y a sus compañeros. Así que al final, empate justo en un partido que mereció mucho la pena.