El Athletic jugará el domingo en el Calderón y la visita de uno de los históricos del campeonato siempre levanta expectación entre la hinchada rojiblanca. Y en esta ocasión será aún mayor, por cuanto en el conjunto bilbaíno estará Raúl García, un futbolista que dejó huella en el club madrileño. Le costó mucho ganarse a la afición del Atlético, fiel pero también muy exigente. Los inicios del centrocampista navarro en el Manzanares fueron complicados y la gente la tomó con él. Luego, poco a poco, partido a partido, como diría Simeone, fue cambiando esas críticas por elogios y la hinchada le aplaudió a rabiar cada vez que se dejaba el alma por su equipo. Raúl García es el futbolista del Atlético que más partidos ha jugado en competiciones europeas, 71. Posiblemente no sea el más exquisito técnicamente, aunque no le falte, ni sea el más virtuoso. Ni haga un fútbol brillante.
Pero él mejor que nadie simboliza lo que ha sido y es el Atlético de Simeone, uno de los mejores equipos en la historia del club madrileño. Raúl García jugó 329 partidos oficiales de rojiblanco y marcó 49 goles. Ganó seis títulos y todos estos datos hacen que sea ya una leyenda del Atlético. La muestra es muy sencilla: el acto de despedida en la Sala VIP del Vicente Calderón, donde recibió el reconocimiento de todos los estamentos del club por el ejemplo que ha dado. El domingo será rival. Habrá que recibirle como se merece, con aplausos, aunque durante el partido habrá que emplearse a fondo para ganarle. Los tres puntos son vitales para seguir la estela del Barcelona. Llega uno de los nuestros, aunque ahora vista otra camiseta. Raúl, bienvenido a tu casa, aunque ojalá te vayas con un sabor agridulce: de alegría por el recibimiento y de tristeza por haber perdido.