El alma del Watford. Nada más llegar a la Premier, le preguntaron a Quique qué conocía de su nuevo equipo. Recordó los inicios de John Barnes y, por encima de todo, la figura de Sir Elton John, el aficionado que acompañaba de niño a su padre en Vicarage Road y que en la década de los 70 hizo historia como presidente del club de su vida. Invirtió parte de su patrimonio para subir de Cuarta a Primera División, con el hermoso colofón de una final de FA Cup ante el Everton que, aunque se perdió, sigue siendo orgullo de los Hornets. El agradecimiento eterno se plasma en una tribuna completa con el nombre del mítico cantante y una declaración de amor a unos colores: “How wonderful life is, while you’re in the world” (Qué maravillosa es la vida, mientras tú estás en el mundo) de su antológico tema Your Song.
El número desconocido. Quique paseaba con sus hijos el pasado miércoles por el barrio de Chelsea en la capital inglesa, cuando un número desconocido llamaba a su móvil. Desde el club ya le habían advertido que Sir Elton estaba intentando localizarle. Su voz inconfundible, la emoción del entrenador, ante un artista al que admira profundamente. Estuvo amable, le dijo que todos hablaban muy bien de su trabajo como técnico y que les seguía. Quique, conmovido, agradeció la llamada y respondió cortésmente que sería un orgullo para él que fuese a verles un partido en ‘su’ Vicarage Road. El Watford, con Ighalo como goleador, sorprende en la Premier.
La autenticidad de Keylor. El portero del Real Madrid, con la fuerza de sus hechos y con el único afán de pasar página, se sinceró. Recordó con dolor el último día del mercado y cómo lloró, junto a su mujer, cuando supo que seguiría en el Madrid. Con la fuerza del que cree, su rendimiento ha sido óptimo, a pesar de la afrenta. El colmo del surrealismo es oír de su boca que pasó reconocimiento médico con el Manchester United ¡en Valdebebas!
La lógica de Jesé. Si ni siquiera las bajas de Bale y de James le abren la puerta de la titularidad, es normal que Jesé se replantee todo. Puede que el Madrid no sea su horizonte. Sin continuidad, es imposible crecer. La misma lógica que Morata….
