Gayà, sin permiso del VCF, vale 39 millones
Tras el 4-0 encajado por el Real Madrid ante el Atlético varios aficionados me preguntaban si esta semana Gayà sería el humo o la magia utilizada por el Real Madrid o prensa nacional para despistar o desviar la atención. Lo primero que creo que un 4-0 en contra para el Madrid es casi imposible de maquillar. Y lo segundo aprovecho para informar de las tres variables de las que depende el futuro de Gayà cuya cláusula de rescisión es de 18 millones.
La primera: que el jugador se quiera quedar aquí. Puede ser que sí o que no, en el caso de que de verdad el Real Madrid lo quiera fichar. Si Gayà quisiera irse, el Valencia no puede competir con el Madrid. En tal caso, Lay Hoon o Kim Koh pueden y deben encarecerle el fichaje al Madrid. Salvo pactó con el Totenham un traspaso de Soldado por el valor de la cláusula y además le dio plazos de pago. La cláusula (1006/85) la tiene que pagar el jugador en última instancia y no el club. Si el Valencia se niega a traspasarlo como una venta club-club con factura por 18 millones, es el jugador el que tiene que depositar 18 millones netos en la LFP. Y para ello al jugador (o sea al Real Madrid) le costara 39.130.432 euros. Ese es el bruto para que restándole la retención del IRPF(54%) quede el neto de 18 millones (se saca dividiendo 18 millones por 0,46). Y en tal caso al Valencia le entran solo 18 millones, pero le encareces el producto al Real Madrid o al comprador que sea, que tiene que decidir si acepta que Gayà le cueste 39 millones. Es verdad que cuando acabe su contrato, dentro de tres años, Gayà se podría ir gratis. Esa es la realidad, lo demás son elucubraciones ahora mismo.