0-4, pero con dignidad

Tiene mérito enfrentarse al Real Madrid en estos momentos. Aguantar dignamente 90 minutos fue lo que hizo el Granada, toda una hazaña. Porque lo más normal es acabar zarandeado como un pelele, con una docena de goles en contra, con los brazos abajo y con más ganas de pedir autógrafos que de seguir luchando. Lo que hizo el Granada fue seguir remando, corriendo, tratando de buscar la portería rival hasta el final, y sin bajar la guardia ni la intensidad. Y no decayó ante el golazo de James, ni los pases de Modric, ni el taconazo de Cristiano, ni la clase de Benzema. Siguió apretando los dientes y buscó pelea. Dejó una sensación de equipo bravo, honrado de verdad en el esfuerzo. Es verdad que dio patadas, sí, pero a causa del carrusel vertiginoso y a la vez delicado que dibuja el Real Madrid, todos en constante movimiento, que convierte la presión en el imposible juego de atrapar sombras.

Y es verdad que fueron cuatro pero, por increíble que parezca, el Granada sale reforzado de este encuentro porque nunca se fue de él. En el Camp Nou le cayeron seis, abdicó a la media hora, se borró y las consecuencias han sido fatales hasta ayer mismo. Ante el Real Madrid tuvo actitud y hasta ocasiones. Y Rochina regresó para discutirle a Caparrós su suplencia. Tanto él como El Arabi y Márquez mejoraron al equipo en la segunda parte. El Granada suma un punto de los 18 últimos... Todos esperan una reacción. También del entrenador.