El ninguneo y el sorteo le vienen bien

Si un marciano recién aterrizado en la Tierra sin ningún interés en el fútbol o, en su defecto, ni novia, puso por casualidad la Gala UEFA, jamás sospecharía que hace poco más de tres meses el Atleti ganó la Liga y estuvo a un minuto de lograr también la Champions. Resulta que el primer jugador de ese equipo histórico en la votación al mejor del año en Europa fue Diego Costa, décimo, por detrás de Luis Suárez, cuyo Liverpool no jugó ni Europa League. Igual que el Mónaco, lo que no impidió ver a James aparecer en un Top-10 donde no estaban ni Koke ni Arda. Por no hablar de los porteros, sin noticias de Courtois y con Neuer, tercero pese a ser masacrado por el Madrid en semifinales.

No orientaría más a nuestro extraterrestre mirar las apuestas para la 14-15, ya que el Atleti aparece detrás de nombres obvios (Madrid, Bayern y Barça), pero también de City y PSG, promesas eternamente incumplidas. El ninguneo es tan flagrante que cualquier aficionado rojiblanco sólo tiene una cosa que decir: “Gracias, muchas gracias”. Porque todo esto es gasolina para el Cholo, hace tiempo el mejor técnico de Europa y cuyo currículum en eliminatorias asusta; para Koke, del que nadie habla, pero por el que todos se pegan; para un grupo que se mueve feliz en el ‘nosotros contra el mundo’. La motivación crece, el sorteo no asusta y el pasado reciente no miente: cuidado con el Atleti.

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